viernes, 7 de noviembre de 2008

Descubriendo para compartir...


Porque además de que nos conozcan deseamos estrechar vínculos con todos los que visiten nuestro blog, los invitamos a que se contacten con nosotros, y podremos compartir información de interés, recetas, actividades próximas a realizarse y explorar nuevos usos y beneficios de los cultivos de quinua y amaranto, contactate a nuestras casillas de correo: proyectoquinoa@fca.unju.edu.ar, o bien claudiaparedes@argentina.com

(en la imagen retratamos como diseñamos primero nuestro recetario y fuimos preparando y probando diferentes sabores hasta llegar a la muestra degustación que se realizó en la Biblioteca Popular de nuestra capital, y luego a las Jornadas de Agronomía de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNJu.)

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Nuestro Objetivos


Nuestro trabajo es un proyecto enmarcado dentro de la convocatoria realizada por la Secretaria de Políticas Universitarias. Es una concreción que se caracteriza por tener un marcado color local. Promovemos desde una tarea de difusión que todos podamos alcanzar un mejor conocimiento y aceptación de dos cultivos andinos históricamente importantes para nuestra región como son la quinoa y el amaranto. Cada uno de ellos aporta múltiples beneficios a nuestra calidad de vida y por ello es tan importante pensar en incorporarlos a nuestra dieta. Pero además como nuestro trabajo tiene su centro en la Facultad de Ciencias Agrarias enfocamos también nuestra acción en la posibilidad de complementar el trabajo de nuestros productores. Tanto la quinua como el amaranto son dos seudocereales cuya producción nos interesa porque se trata de alimentos precolombinos producidos en profunda relación con el ambiente, y además porque históricamente su producción artesanal se halla íntimamente ligada a nuestra cultura. Hablar de la quinoa y del amaranto es hablar de alimentos de alta calidad nutricional. Ambas plantas muestran un alto contenido de proteínas, carbohidratos, minerales y vitaminas, que las hacen especialmente útiles para la alimentación de personas que realizan grandes esfuerzos físicos, de atletas, de niños y mujeres embarazadas. La calidad de sus proteínas las hace únicas, al integrar una decena de aminoácidos esenciales que el organismo humano no es capaz de sintetizar de por sí. Porque ambos constituyen uno de los tesoros más valiosos heredados de las culturas precolombinas y porque deseamos continuar compartiendo esta riqueza, los invitamos a que se contacten con nosotros a: proyectoquinoa@fca.unju.edu.ar, o bien tesoroandino@argentina.com


Tambien pueden acompañarnos escuchando nuestros micros radiales, gracias a la gentileza de Radio Universidad de la Universidad Nacional de Jujuy, que emite en la frecuencia de 92.9 FM para San Salvador de Jujuy, provincia de Jujuy.


Otro enlace que rescata una de nuestra experiencias: www.ellibertario.com/2008/08/11/nueva-mirada-sobre-antiquisimos-alimentos/

domingo, 2 de noviembre de 2008

Origen e Historia


La quinua (Chenopodium quinoa Wild) es un alimento del hombre andino desde tiempos remotos, 5.000 años A.C. Su cultivo se extendió a casi toda la región andina: Perú, Bolivia, partes de Ecuador, Chile, Argentina y Colombia. Se sabe que en épocas de extrema sequía y heladas del Altiplano, la quinoa fue la única planta que sobrevivió y produjo granos útiles para la alimentación. El cultivo del Amaranto (Amaranthus caudatus Linnaeus) o kiwicha en América se remonta a más de siete mil años. Se encontraron semillas de amaranto al lado de tumbas andinas de más de cuatro mil años de antigüedad aunque es considerada un cultivo rústico, se estima que ha sido totalmente domesticada desde hace muchos años. En la cosmovisión andina ambos cultivos estuvieron siempre presentes: en el matrimonio, construcción de viviendas, primer corte de cabellos de niños como símbolo de fidelidad, prosperidad y abundancia.

Valor nutricional y equilibrada composición


Tanto la quínoa como el amaranto poseen una composición mucho más equilibrada que los cereales convencionales y, sobre todo, mayor cantidad de proteínas (entre un 12% y un 16% contra un 10-14% de CEREALES).
Según la FAO y la OMS, sobre un valor ideal proteico de 100, la quínoa y el amaranto poseen 75, considerado alto si lo comparamos con la leche vacuna (72), la soja (68), la carne (60), el trigo (60) y el maíz (44). La explicación de este elevado valor biológico tiene que ver con su equilibrada composición de aminoácidos esenciales. Los cereales clásicos tienen carencias de lisina, metionina y cisteína, punto fuerte de estos granos. Por ejemplo, la quínoa tiene 5 veces más lisina y más del doble de metionina que el trigo.
La explicación a esta calidad proteica reside en la gran cantidad de germen que posee la semilla. En la quínoa, el germen representa un 30% del peso total del grano, mientras que en los cereales convencionales esta relación llega apenas al 1%. Pero aquí no termina la lista de virtudes de estos cultivos ancestrales. Son también pobres en grasas y más ricos en hierro, calcio, fósforo, fibra y vitamina E que los cereales clásicos, al igual que una apreciable cantidad de vitaminas del grupo B. Por todo lo dicho, son considerados un alimento muy interesante para los niños y una alternativa ideal para celíacos y aquellos que padecen anemia o desnutrición.
Es un grano que satisface todos los requerimientos en cuanto a nutrición.

Modos en que se emplea a estos dos granos


Se cocina igual que el arroz, es decir, tres medidas de agua por una de quinoa, sin olvidar que hay que lavarla bien con agua antes de cocerla, con el fin de eliminar la saponina que es incomestible. Lo mejor es poner el agua sola a hervir y cuando arranca el hervor, añadir la quinoa, bajar el fuego al mínimo y tapar la cacerola, dejando transcurrir un tiempo de entre 12 y 15 minutos. Es preferible añadir la sal cuando ya está acabada la cocción.
Otra posiblidad es tostar la quinoa en una sartén con aceite removiendo constantemente y una vez dorada, cocerla como se indicado anteriormente. De este modo adquirirá un sabor que recuerda al de las nueces. También se prepara haciendo una harina mezclada con alcohol o aguardiente de caña. Con la quinoa se fabrica así mismo una harina de uso alimenticio denominada ulpo y que es tan sabrosa como el trigo. Para prepararla se echa en una taza de agua hirviendo una cucharada sopera de harina de quinoa tostada, se disuelve bien y se bebe. Está recomendada en complementos de dietas vegetarianas que carecen de proteínas. En el caso del Amaranto ya sea en forma de grano, harina, grano tostado u hojuelas, es utilizada tanto en sopas y guisos como en panqueques, mazamorras, panes y ensaladas.

Proyecto Quinua y Amaranto en Jujuy


IMPORTANCIA SOCIOECONOMICA Y CULTURAL.
Económicamente estos granos andinos son una fuente potencial de ingresos para productores andinos, sobre todo en áreas de escasa precipitaciones, suelos salinos y de altura, siendo el único cultivo que prospera en dichas condiciones ambientales.
De la quinoa se obtienen diferentes productos industrializados para consumo humano como harina, quinoa tostada, leche de quinoa, insuflados, proteína concentrada, colorantes, néctares y otros; generando fuentes de trabajo en ingresos para la agroindustria rural debido al valor agregado. De ambos granos se pueden preparar platos diferentes con características únicas y excepcionales de sabor y aroma, propias de la cocina andina.